Qué tipos de ortodoncias dentales existen

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En las últimas décadas las ortodoncias dentales se han ido convirtiendo en uno de los tratamientos dentales más habituales, y ya no solo entre niños y adolescentes, si no que cada vez más adultos se animan a corregir su dentadura para mejorar tanto su salud dental como su aspecto.

Existen distintos tipos de ortodoncias, y aunque todos cumplen en esencia con el mismo objetivo, no todos tienen la misma apariencia ni están recomendados para los mismos casos.

1. Ortodoncia con brákets metálicos

Posiblemente sea lo primero que nos venga a la mente si pensamos en una ortodoncia, ya que este tipo de brákets eran los más habituales hasta hace unos años. Están formados por dos componentes: unos soportes de metal situados sobre los dientes y un alambre flexible que los une y se utiliza para aplicar presión a los dientes y conseguir moverlos.

Se popularizaron gracias a su bajo coste y a la rapidez con la que se lograba el movimiento de los dientes. Hoy en día aún se utilizan en algunos caos, pero son más pequeños y provocan menos dolor que los metálicos que se utilizaban hace unos años.

2. Ortodoncia con brákets cerámicos

Con los brákets cerámicos se pueden conseguir resultados con mayor rapidez que con las ortodoncias tradicionales y ofrecen una mayor invisibilidad, ya que el color muy parecido al de los dientes.

Ahora bien, tiene un coste mayor que el de los brákets metálicos, y además tenemos que tener una limpieza exquisita ya que se pueden manchar con gran facilidad.

3. Ortodoncia lingual

Tiene las mismas características que la ortodoncia metálica con la diferencia de que se encuentra colocado en la parte interior de la mordedura de nuestra dentadura. Son tan efectivos como una ortodoncia tradicional, y ofrecen como principal beneficio su “invisibilidad”, ya que no se puede ver a no ser que abramos la boca y miremos hacia arriba.

El uso de este tipo de ortodoncia debe ser valorada tanto por el paciente como por el dentista, ya que no es adecuado para todos los pacientes. Son complicados de limpiar y se requiere un pequeño aprendizaje a la hora de hablar.

De utilizan poco, debido a su coste y el tiempo que se requiere para su limpieza.

4. Ortodoncia auto-lingual

Es la combinación más recomendada hoy en día por los dentistas y la que mejor aceptación tiene entre los pacientes. Supone el equilibrio entre una ortodoncia metálica o de cerámica y la utilización de otro tipo de soportes como clips o gomas que ayudan con el anclaje de los brákets y con la aceleración del proceso de ortodoncia.

Suelen ser menos dolorosos y reducen las visitas al dentista, algo que tiene reflejo directo en el coste final de la ortodoncia. Se debe recurrir a este tipo de ortodoncia sólo si concuerda con las necesidades individuales del paciente, siempre siguiendo las recomendaciones del odontólogo.

5. Ortodoncia invisible

Es una de las ortodoncias más utilizadas por los adultos debido a tres grandes ventajas: son casi invisibles, permiten una mejor limpieza de los dientes y no necesitan una revisión de alineadores continua.

Sin embargo, no son la solución ideal para todos los casos. Hay que tener en cuenta que se necesita un tiempo de adaptación, que varía de unos pacientes a otros, aunque a la larga que ofrece una comodidad mucho más alta que en cualquiera de los otros tipos de ortodoncias.

Se trata de una de las ortodoncias más caras del mercado.

Si sólo necesitamos una ortodoncia correctiva media o leve, podemos elegir este tipo de ortodoncia invisible sin miedo a tener que volver a llevar ortodoncia nunca más, pero no se recomienda su uso en casos de problemas dentales complicados.